El sistema L-drive, también conocido como propulsor azimutal, ofrece distintas ventajas en comparación con otros métodos de propulsión que se utilizan habitualmente en aplicaciones marinas y navales. Exploremos estas diferencias:

• 360° de empuje total para una maniobrabilidad óptima.
• 2 % más de eficiencia que con una hélice convencional.
• Posibilidad de suspensión flexible (mejor aislamiento del ruido y las vibraciones).
• Posibilidad de cambiar la hélice sin acoplamiento.
• Fácil de instalar.
• Más espacio para pasajeros y carga gracias a su construcción compacta.
• No se necesita una caja de cambios separada.
• Ideal para el posicionamiento dinámico (DP).
• Más seguro, gracias a la distancia de frenado de emergencia más corta y a la maniobrabilidad mejorada.

En resumen, el sistema L-drive destaca por su excepcional maniobrabilidad, complejidad reducida, reducción del ruido y eficiencia. Sin embargo, cada método de propulsión tiene sus propias ventajas y desventajas, por lo que la elección depende del tipo específico de embarcación, los requisitos operativos y las consideraciones presupuestarias.

La conexión directa del L-drive de Veth minimiza las pérdidas de energía y optimiza la eficiencia de la propulsión en diversas condiciones operativas. Los barcos equipados con L-drives sobresalen en el mantenimiento de estaciones y el posicionamiento dinámico, ya que mantienen ubicaciones precisas contra fuerzas externas como el viento y las corrientes. Esta capacidad es crucial para las plataformas marítimas, las embarcaciones de investigación y los cruceros. Además, los sistemas L-drive suelen contar con redundancia con varios propulsores azimutales, lo que garantiza un funcionamiento continuo incluso en caso de avería, lo cual es vital para mantener la seguridad durante las operaciones marinas críticas.