Seguridad: el sistema de control se encarga de la transmisión, permitiendo que el operador se concentre en el funcionamiento de la máquina. Las velocidades e interbloqueos se pueden programar para satisfacer las necesidades específicas de la máquina.

Facilidad de operación: disponible con cambios automáticos o cambios de potencia manuales, combinados con inhibidores de cambio e interbloqueos, lo que simplifica la labor del operador y permite concentrarse en la tarea en lugar del tren motriz.

Reducción de tiempo de inactividad: componentes duraderos de alta resistencia, junto con controles electrónicos que previenen el exceso de velocidad, golpes de cambio y reducen los efectos de errores del operador, resultando en una mayor disponibilidad de la máquina y menos desgaste en otros componentes.